martes, 19 de enero de 2010

bebes, espejos del alma

Al bebé dormido
A los que observan bebes dormidos…

Fingiendo un sueño,
suspiros lentos evoca tu viento.
Lleno estas de neblinas tranquilas,
dilatando a ser nubes, de lluvias bandidas.

Angelito…
de manos tersas y delicadas,
que contagian juventud,
hasta el mas viejo de mis recuerdos huecos.

¿Qué soñaras?
¿Será el frío pasado, que aun no vives?
¿el rígido presente, que te provoca llantos?
O ¿será quizás la niebla del futuro?

Trato de ver a través,
De la hendidura de tus ojos.
y solo encuentro un espejo.
Un espejo claro y tan húmedo como el agua.

Me encuentro conmigo mismo.
Viendo el color verde de mis ojos.

Tus lámparas traspasan las mías,
Hasta derretir mi pasado, y beberlo,
Como una taza de chocolate caliente.
Tan caliente que…quema mi lengua.

Mis palabras, pierden sabor,
Por la inocencia que ha extraviado mi razón.

Angelito…
Vidente del alma…
Mi alimento son las palabras, los gritos, los suspiros, las lagrimas…
Mientras tu gozas del alimento nato de tu madre.

Por ello tus ojos fijos,
No reflejan inconstancia en tu alma.
En fin…
Eres un océano complejo de la vida.
que así como el mar al sol,
Dices tus mejores consejos en silencio.

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