viernes, 31 de agosto de 2012

iluminar para siempre

Iluminar para siempre.
Iluminar todo.
Hasta los últimos días de la eternidad.
Iluminar...nada más.
Ese es mi lema
y el del Sol.

Olga Benario

martes, 28 de agosto de 2012

El anticipo


Las tres de la tarde,
La hora del sacrificio vespertino;
del reconocimiento que más importa en la vida.

a las tres de la tarde, en un monte:
un hombre haciendo descender fuego en nombre de Yahve;
Avergonzando a profetas de dioses inservibles.

Hay horas que tienen un destello ensordecedor;
inquietante.

a las tres de la tarde, en un monte:
un hombre muriendo por salvar al mundo;
reuniendo todas las cosas en el;
humillando a todos sus enemigos.
en un monte,
en la hora del sacrificio vespertino.
Ensordecedor.
Sublime. 

miércoles, 15 de agosto de 2012

ojala todos los dias fueran como hoy


ojala todos los días fueran como hoy:
hoy me dieron ganas de salir al mundo,
de salir sin sentir pena por este mundo.
hoy observe que los edificios son como pasteles;
escribí en un papel: te amo y lo escondí en un muro.
hoy la gente parecía tan amable;
los niños de la calle no me daban tristeza como otros días.
hoy presencie un concierto callejero lleno de ímpetu;
imagine la música que tocarían las estatuas del kiosco;
hoy las luces que rodeaban la catedral parecían luciérnagas juguetonas y
una mujer sonreía mientras cantaba: me importas tú y tu…;
hoy mis pies estaban deliciosamente cansados de las jornadas anteriores,
un grupo de amigos soñaban con transformar el mundo y
una esperanza recorría mi cuerpo hasta estremecerlo completamente.

ojala todos los días fueran como hoy,
más livianos,
más dulces a mi boca.
ojala todos estos días fueran eternos…

un misterio sin importancia


En 1910-cien años después de la independencia de México- en Europa, la firma D'art, Du Val D'osne trabajando en un kiosco magnifico de estilo Art Nouveau, jamás imagino lo que cien años después un pequeño niño viviría al observar esta obra.
En conmemoración del centenario de la independencia, se ordenó remodelar la plaza de armas de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. El Kiosco fue transportado desde Europa y la plaza fue tapizada de un mosaico de concreto gris-negruzco, entre otros ornamentos que hacían embellecer el centro histórico de esta emotiva ciudad.
Ocho jóvenes fueron diseñadas para resguardan el kiosco- no sé porque me recuerda a las diez vírgenes de la parábola de Jesus, solo que ellas esperan como estatuas a cada transeúnte-. Nadie se imagino, ni siquiera su creador, que una tarde de agosto un niño de aspecto sombrío-de esos que fingen no tener padre con la mirada-se acercaría al kiosco con la única finalidad de observar cada detalle de las ocho jóvenes guardianas.
cada día los turistas y transeúntes pasean por la plaza de armas tomándose fotos, encandilando a las jóvenes de hierro; los niños lanzan burbujas de jabón que compran a un hombre juguetón y ellas ahí están como siempre, reventando las burbujas con sus cachetes negros; los encargados de mantenimiento, en algunas ocasiones frotan sus cuerpos con pequeñas franelas verdes para ahuyentar al polvo que las quiere bañar; los pichones desparpajados en algunas épocas se posan sobre las sienes de las damas tiesas y descargan todo lo que han comido en pequeñas porciones; el sol, el gigante amarillo amado por los girasoles, recorre incansablemente la figura esbelta de estas musas, hasta que se oculta y por fin en las noches las ocho mujeres de perfil griego se difuminan con la oscuridad. Una rutina que muchos han observado, descrito o quizás dibujado. Pero este niño hizo algo diferente, observaba a detalle a las ocho mujeres, las observaba fijamente.  -Hay veces que el ser humano lleva al máximo su capacidad de memoria, donde casi es imposible reconocer si ha entrado o no en otra dimensión o si continua en la tierra. La lentitud aumenta hasta lograr ser la persona más perceptible: se pierde el ruido de la ciudad, los gritos, hasta el sonido del viento, solo se encuentra el y el objeto a memorizar; en ocasiones, sin siquiera tocarlo pueden sentir las texturas, el sabor y el peso de la realidad a memorizar.- Lentamente aquel niño comenzó a recorrer una a una las ocho mujeres del kiosco con su mirada. No tardo mucho en darse cuenta que ellas con una mano sujetan su cabello, formando entre sus brazos y antebrazos un ángulo obtuso delicadísimo y con la otra mano sujetan su instrumento y la falda al mismo tiempo; también dedujo que si caminas siete pasos medianos desde la base del kiosco alejándote de él y después volteabas a ver a las estatuas son el punto exacto donde ellas miran fijamente. En fin, las observó tanto, que pensó en la realidad en alguna época. Muy dentro, algo le hacía escuchar la bella música que nacía de esos instrumentos hermosos congelados en el tiempo.
Mientras gozaba como niño recién nacido el tesoro que había encontrado, su pie izquierdo piso otro de los mosaicos de concreto que llenaban la plaza y se esfumo todo. En un segundo se borro de su mente no solo la memoria de los detalles de las mujeres, ni siquiera pudo conservar la experiencia que había vivido, se  esfumo todo. Volvió a ser un niño común y corriente, de esos que fingen no tener padre con una mirada y como mucha gente que no les importa en lo mas mínimo tener una experiencia así. Únicamente se le quedo en la mente una sensación que casi se convierte en imagen en su memoria, como cuando vamos caminando y algo nos recuerda a nuestra niñez, pero nunca logramos relacionarlo con la realidad y se nos olvida en ese instante.  
Hasta ahora no comprendo que fue lo que hizo que aquel niño despertara su sensibilidad y que fue lo que hizo que se esfumara. Solo sé que fue un movimiento de su pie izquierdo el que borro todo. ¿Tendrá algo que ver el mosaico de concreto que llena la plaza?  pero todos pasan por ahí, aunque no con el mismo trayecto…

viernes, 3 de agosto de 2012

EL EVANGELIO

aquellos que se averguenzan del evangelio, deberian contemplar su poder, hasta que desde las entrañas les brote una conviccion: el evangelio es de lo unico que nos podemos gloriar en esta vida...