viernes, 25 de noviembre de 2011

cuando Jesus habla

Cuando Jesús habla,

Se abren las compuertas del tiempo;

Los años no pueden desfigurar su voz.

Cuando Jesús habla,

El corazón humilde devora esperanzas,

Y el orgulloso se irrita.

Cuando Jesús habla,

Se desnudan las apariencias;

Ese vicio perenne y amargo del humano.

Cuando Jesús habla

El hombre debe callar y esperar;

El silencio oxida las tendencias.

Cuando Jesús habla

Debemos entender que es la única voz confiable;

Que los suspiros, las lágrimas y el arrepentimiento son nuestra mejor respuesta.

Cuando Jesús habla

Marx, martí y los dichosos de los siglo, TODOS deben callar;

Es ahí donde deben estar.

Cuando Jesús habla,

Se desvanecen los sistemas;

Cuando Jesús habla,

Ya no quiero ser yo;

Habla Señor Jesús,

que tu voz recobre fuerza en nuestra boca pequeña,

Que tu voz recorra los peñascos y las costas,

los montes y praderas;

Que tu voz sea tan suave y fuerte,

Que entorpezca el quehacer humano;

Que tu voz decolore las razas,

Que tu voz vaya donde las palabras no pueden llegar;

que tu voz dirija la labor de la Iglesia.

Cuando Jesús habla…

Jesus habla, aquí cercas.

Cerca del corazón.

en susurros

en un idioma que toda su creacion reconoce

jueves, 24 de noviembre de 2011

revelando mi tiempo devocional

tomo este tiempo para revelarles, lo que aveces pasa en mis tiempos devocionales

Viernes 14 de octubre

Hoy ha salido el sol. Es una mañana hermosa, como las que suelen iniciar y terminar alegres. Con planes para el día. Planes para el reino de Dios, pero también planes placenteros y necesarios: pagar el predial; estudiar la biblia con una chica que desea iniciar una célula; orar por la ciudad en una explanada; ir a una junta de investigación; ver una película; comer rico; ver la inauguración de los juegos panamericanos; esperar un fin de semana para pasarla con amigos.

Abro la biblia en el pasaje que me toca en el devocional. Es Lucas 9: 18-27, lo abro alegre, pensando, que voy a alimentarme por fin. Con esto mi día tomara buen rumbo. Mi conciencia está tranquila y así me siento alegre. Pero siempre. Siempre que me acerco a la palabra con ganas de escuchar la voz de Jesús, el interrumpe mi día. Me provoca espasmos en mi vida eterna. Y este día no fue la excepción. Abro el pasaje y comienzo a leerlo lentamente, como aprendí hace poco. Mientras lo leo como un niño chiquito que empieza a leer, le hago preguntas a Jesús. Y espero sus respuestas…me quedo un poco insatisfecho pero continúo con mi lectura lentísima…de pronto llega a lo siguiente:

-¿Quién dices que soy yo? (...) Si alguien quiere ser mi discípulo que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvara. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo? Si alguien se avergüenza de mí y mis palabras, el Hijo del hombre se avergonzara de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y d los santos ángeles.-

Al leer estas palabras llego el espasmo esperado...siempre que llega ese momento a veces hago lo siguiente:

1. Pensar: Que Jesús tan extremo. Lo intentare, haber si este día lo puedo lograr pero sé muy bien que esto no se logra solo con buenas intenciones, pero como ya me debo ir, no puedo perder más tiempo en pensar más en el asunto.

2. Me pregunto: ¿que quiere decir? nunca puedo entender en su totalidad que es negarme a mí mismo. Así que decido ignorar de una manera amable estas palabras. las palabras me remuerden la conciencia media hora o una hora máximo, y de ahí en adelante mi vida sigue igual.

3. Mientras leo, y vuelvo a leer, no logro entender. Y le digo a Jesús: como desearía hacerlo, pero mi vida te ha demostrado que no puedo hacerlo aunque quiera. Ser tu discípulo es más difícil de lo que pensé. Y me retiro con una insatisfacción incomoda, pensando: quizás Jesús lo dice para que le pidamos perdón y depositemos nuestra confianza en él y a seguir adelante aunque fallemos. Pido perdón, pero me voy con un deseo intenso de querer vivir de esa manera, sin saber cómo podría lograrlo.

4. O también puedo…seguir esa voz que me está palpitando fuerte en mi corazón. Y digo: pero es muy arriesgado Jesús. Y recuerdo el tiempo pasado donde he hecho caso a la voz potente y recuerdo puras cosas poderosas que pasaron. ¡Sin duda es esto! Me llega una incertidumbre que me come por dentro…no me deja tranquilo, hasta que me toma. Y sigo pensando: pero ¿que tal si solo hoy tengo esto y mañana ya le estoy fallando a el? Me quedo pensando otro rato, pero decido hacerle caso. Salgo valientemente a enfrentar el día.

La vida en el señor es cada día tomar decisiones. No quiero decir que las decisiones que mencione anteriormente sean las equivocadas ni tampoco las correctas. Dios a través de su palabra debe mostrarnos como andar cada día. Es una relación entre él y nosotros. Debemos aprender a conocerlo, saber que desea, saber que palpita en su corazón y decidir adoptar esa palpitación.

En estos tiempos deseamos cosas concretas, consejos prácticos, quizás al leer estas letras dices, esto es lo que necesitaba (por lo directo). Pero no podemos basar nuestro cambio en palabras humanas, la escritura está llena de palabras y consejos directos, y son directos del creador. Nosotros decidimos si ignorarlos o llevarlos a nuestra realidad.

Mi día sigue. Ni siquiera sé si las palabras que he escrito las llevare a cabo, pero él sabe cómo tratar conmigo, no me dejara hasta hacer su voluntad. Y eso es lo que anhela mi alma.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

el costo de ser sus discipulos

Recuerdo que después de egresar entre a trabajar a una constructora, que exprimía mi tiempo. Sabía que debía titularme, pero era cuestión de calcular el costo de mi titulación. Debía hacer un proyecto que fácilmente me consumiría 4 meses como mínimo, pero mi trabajo no me cedía tiempo para dedicar al proyecto. Así que una tarde me senté a calcular el costo de mi titulación. Ya no recibir ingreso económico, ayudar en el quehacer de casa para merecer un plato de comida y organizar mis tiempos para poder avanzar, fueron algunas cosas que pasaron por mi mente. Así que lleve a cabo mi decisión. Y mi calculo resulto; no tenia ingresos, sacrifique muchas cosas y fue desgastante. Pero no hay otra cosa que se compare a recibir el titulo como Arquitecto, después de un esfuerzo enorme.

Hay tantas cosas que requieren de nuestro cálculo

Construir nuestro patrimonio; la decisión de casarnos; la decisión de tener un hijo; la decisión de tomar un trabajo. Sin embargo cuando llegamos a Jesús parece ser que lo tomamos como un hobbie o como algo que se puede llegar en tiempos de necesidad o cuando se está disponible.

Jesús detecto esta actitud en la multitud y los puso a reflexionar en el acto de seguirlo.

Jesús tenía más de treinta años en la tierra. Había comenzado su ministerio. Estaba en un tiempo donde le dolía que la gente estuviera tan dura de su corazón. Mantenía constantes roces con los fariseos, por sanar en día de reposo; porque no podían interpretar los tiempos actuales; porque no comprendían la grandeza de la humildad y constantemente los retaba. Pero también sabía que había gente que estaba depositando su fe en el.

En una de esas ocasiones que las multitudes lo seguían, algo pasó por la mente de Jesús. El se volteo a ellos y les dijo:

"Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.”

Y para que captaran la urgencia de su mensaje les dijo lo siguiente:

"Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla?

Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él,

y dirán: Éste hombre ya no pudo terminar lo que comenzó a construir.'

"O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿Acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil hombres puede enfrentarse al que viene contra él con veinte mil?

Si no puede, enviará una delegación mientras el otro está todavía lejos, para pedir condiciones de paz.

Hay 3 puntos de referencia en estas imágenes que Jesús les dice:

1. Jesús lleva a sus oidores (que quieren seguirlo) a que se imaginen como personas que quieren construir y como un rey

2. Hay dos misiones. Construir una torre y la otra salir a la guerra. Estas misiones las compara con el deseo de querer seguirle.

3. Tienen un punto de unidad las dos imágenes. En las dos los personajes deben sentarse a calcular el costo de su decisión. Y lo que pase en el futuro va a depender si hicieron un buen calculo y decidieron realizarlo.

4. Tienen dos cosas diferentes. En el primero enseña que, si no te sientas a calcular, puede que hagas las cosas y después se burlen de ti porque no lo terminaste; en la segunda dice que si te sientas a calcular, puede que calcules no poder y mejor tengas que decidir hacer algo diferente a lo pensado.

Y termina diciendo Jesús:

De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo.

Jesús quería lograr una reacción en sus oidores. No sabemos qué paso después de estas palabras. Pero podemos intuirlo, pues el mensaje resuena hasta este siglo.

Jesús desea que le sigamos. Pero al igual que tantas cosas en la vida, implica sacrificio y sentarse a calcular.

Observemos bien las primeras palabras de Jesús. Lo primero que hace es distinguir los que vienen a el de sus discípulos. Cualquiera puede venir a el, pero sus discípulos son los que sacrifican el amor de esas personas.

A DETALLE

Es interesante que Jesús pide que se sacrifique el amor a la familia. Empezando desde los que nos engendraron, después a la que comparte la vida con nosotros, después el fruto de ese amor (nuestros hijos) y al final con los que hemos crecido y convivido. (Nuestros hermanos)

Por si hacía falta ser más directos, con nosotros mismos. Es interesante que Jesús no empieza diciendo: el que quiera ser mi discípulo debe hacer esto…

El empieza con la negativa… el que no viene en estas condiciones no puede ser mi discípulo. El sabía que era más la gente que solo le seguía por su fama, para obtener beneficios de el o porque se sentían bien. Pero Jesús con esto les aclara que esto no es un seguirle por un rato y si me canso sigo con mis actividades, o si me enfado o me va mal te abandono. El está reclamando sacrificar el amor por lo más querido, para que el sea el centro.

En las últimas palabras Jesús ya no dice: el que no sacrifique sus bienes. El dice el que no renuncie a sus bienes.

¿Qué hay en la vida más importante que la familia y los bienes?

Creo que no hay otra cosa que el ser humano se pueda sentir dueño.

Jesús apela a todo lo importante para nosotros.

APLICACIÓN

El pone en la mesa las notas. ¿Quieres ser mi discípulo? Siéntate. Piénsalo. Calcula si vas a poder. Decide. No andes jugando.

Jesús pone claro lo que él desea. Que lastima que pase tanto tiempo en nuestra vida y no podamos comprender estas palabras y sigamos viniendo a él sin saber si somos o no sus discípulos.

Según estas palabras de Jesús, nosotros sabemos si somos o no sus discípulos, no dudaremos.

Hoy tengo el titulo de Arquitecto. Me senté, calcule el costo. Pague el costo pero ahí está el pago.

¿Podremos decir: soy discípulo de Jesús. Me senté, calcule el costo. Lo pague y vengo con mi cruz cada día?

El ser su discípulo es ya el fin. Que otro pago queremos. ¿Bienes? Ya se los dimos. ¿Familia? Se los dimos.

Creo que solo aquel que ve el placer de seguirle tomara esa decisión.

sábado, 19 de noviembre de 2011

¿A qué se parece el reino de Dios?

Como seres humanos, tenemos la tendencia de relacionar unas cosas con otras. Jesús en su enseñanza usa esta tendencia para adentrarse en esa parte de nosotros.

En diferentes ocasiones imagino el reino de Dios y se me vienen las siguientes imágenes:

· Un castillo enorme con súbditos, hortelanos, haciendas y clases sociales de acuerdo a su rango en el reino. Un ejército tratando de conquistar otras naciones.

· Un grupo de pescadores ansiosos.

· Un grupo de pastores que buscan ovejas descarriadas

· Una carrera donde varios atletas buscan llegar a la meta.

Al tener estas imágenes bíblicas en mente, se que debo entrar en un papel importante en ellas. Es decir, yo debo el pescador, el pastor, el atleta y un embajador. No quiero decir que estos sean pensamientos egoístas. Pero cuando Jesús dijo a que se parece el reino de Dios, fue muy claro. No dijo ninguna de estas imágenes.

Jesús sabe que cosas así quizás pasaban por la mente de sus oyentes en Lucas 13:18. Pero rápidamente Jesús les echa abajo sus expectativas (y también la mía)

Es impresionante que Jesús tome dos metáforas que expliquen el reino de Dios. Dos metáforas humildes, realistas y muy pero muy cotidianas. Si Jesús no hubiera dicho que esas dos imágenes se parecen al reino de Dios, quizás nadie se lo imaginaria.

1. El reino de Dios se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en un huerto. Creció hasta convertirse en un árbol, y las aves anidaron en sus ramas.

2. El reino de Dios es como la levadura que una mujer tomo y mezclo con una gran cantidad de harina, hasta que fermento toda la masa.

Dos metáforas que tienen que ver con sustento, alimento y provisión. Dos metáforas que tienen que ver con trabajo. Que tienen que ver con algo pequeño que tiene un impacto grande. Dos metáforas que tienen un origen que a muchas personas no les interesa; solo al agricultor y a la amasadora. Dos metáforas que no se relacionan con palacios ni con casas de pobres, sino que representan la forma de obtener sustento de cada ser humano. Dos metáforas que el producto es algo apetecible para los que no trabajaron por ello. Dos metáforas que tienen que ver con necesidad del ser humano.

A DETALLE

Me llama la atención que Jesús dijo…el reino de Dios se parece a UN grano de mostaza. El reino de Dios es como LA levadura que UNA mujer. Dos artículos que su función es precisar la referencia de un sustantivo, es decir, transformar lo de desconocido y abstracto a conocido y concreto; en este caso define la cantidad. Jesús podría haber dicho: A los granos de mostaza, a la levadura… pero hizo referencia a un solo grano, a una cantidad de levadura que usa UNA mujer.

Al ver esto, quizás podremos entender que el origen del reino de Dios se centra en UNA sola persona y ese es JESÚS. El fue tomado como un grano de mostaza que fue sembrado y murió pero que ahora miles de personas vienen a disfrutar la esperanza que surgió de él.

El reino de Dios, donde Jesús fue esa cantidad de levadura que se mezclo con el mundo, vivió entre nosotros contagiando su amor, envolviendo a toda la humanidad en su acto redentor. Muriendo entre nosotros.

Veamos que el producto de las dos imágenes son disfrutables, pero requirió de un proceso de trabajo, de esfuerzo.

APLICANDO

Quizás muchos como cristianos nos vemos como reyes y sacerdotes. Es verdad que lo somos, pero recordemos que el reino de Dios no se centra en nosotros sino en Jesús. De ahí nació y de el dependemos todos. El es la provisión para el mundo, el alimento. Fue el trabajo del padre y Jesús fue la semilla y la levadura. Es el, quien da sentido a la evangelización, la iglesia, los convivios, los campamentos. Nosotros no trabajamos por ello, nosotros hemos sido invitados a disfrutar de la sombra y del alimento de Jesús. El es el atractivo para todo aquel que no lo tiene. A nosotros solo nos deben ver disfrutar de la sombra de su árbol, del pan. Pero lo que ellos deben buscar es a Jesús. Nosotros reflejamos lo que él puede lograr en una vida. Él lo sabe y así le gusta que sea.

A ESTO SE PARECE EL REINO DE DIOS
a un grano de mostaza que un hombre sembró en un huerto. Creció hasta convertirse en un árbol, y las aves anidaron en sus ramas.

El reino de Dios es como la levadura que una mujer tomo y mezclo con una gran cantidad de harina, hasta que fermento toda la masa.