jueves, 17 de abril de 2014

CONTRADICCION


Aclaro, nunca se deber ir a un diccionario a buscar una palabra, sera contradictorio en su esencia. Se debe ir a la experiencia.
Hago una pausa para evaluar si lo que acabo de decir no se contradice con alguna doctrina fundamental de la vida cristiana.
Me arriesgo. Este articulo tendrá muchas contradicciones. Al grano.

Es Contradictorio decir que me interesa que exista la igualdad social y económica en este país, cuando asisto con gusto a una de esas tiendas club (COSTCO) a disfrutar "gratis" de las degustaciones bondadosas. Obviamente mi familia es de clase media y a los de clase media nos toca el privilegio de ver a los de abajo y a los de arriba mas de cerca y consecutivamente. Por eso, los dolores que nos causa el mundo se suelen cauterizar con la rutina.
Es contradictorio predicar desde un púlpito, casi con una consagración perimetral, que debemos ser íntegros, que el evangelio debe afectar la totalidad de la vida, cuando después de asistir por primera vez al dentista, me avisan que probablemente perderé una muela, por una caries profunda, por nunca tener el cuidado de ellas. Aprovechando el tema, la salud es tan enigmática que puede dejar pobre a un rico y puede ser un milagro para un pobre pero el mismo fin hay para los dos.  Me aterra la enfermedad pero vivo como si no me aterrara.  
Es contradictorio haber renunciado al trabajo que tenia en el gobierno por corrupción, cuando al realizar un levantamiento con mi cinta, las medidas no cuadran por un centímetro y las manipulo hasta que me cuadren.
Es contradictorio decir que la iglesia es mi familia, que son mis hermanos, cuando no me animo ni a pedirles su apoyo económico para irme de misionero.
Es contradictorio leer un blog que me dolió hasta las parte mas hondas y después de unos días apenas recuerdo el sentimiento, algo en el trayecto ahogo esa emoción.
Es contradictorio escribir todo esto intentando ser transparente, tratando de rasgar algún paradigma que yo ni conozco, cuando realmente estoy buscando algo ya gastado, repetitivo, algo que constantemente busco y no me llena: el reconocimiento, el silencioso aplauso del lector, que se convierte en indiferencia o envidia o en algo que nunca sabre que fue (porque a los lectores no les gusta evidenciarse tanto como al que escribe) y solo me llega un like, un "que profundo" o un desierto de comentarios.
Así pues, concluyo, (aunque me contradiga) que la contradicción, es un lenguaje que aprendimos a usar; un espejito que sabemos que siempre esta ahí, pero no creemos que sea tan importante tomar en cuenta; un tormento que se va guardando para cuando uno es anciano o es mas grande o une en matrimonio con otra persona; o una conciencia que no se puede descifrar si es divina o pecaminosa. Pero sobretodo, la contradicción la alcanzan a notar los que son libres o los que tienen miedo. Yo soy de los que tienen miedo a contradecirse entre lo que dicen y hacen, entre lo que piensan y dicen, entre lo que son y lo que no son.

Sin embargo, (y aqui saco algo provechoso) hay algo de esperanza en nuestra condición humana contradictoria y también hay algo de pecaminoso en ellas. Y no hay nada nuevo en ello,  pecaminoso, porque ya entendí, que por mas que me esfuerce por cumplir el gran mandamiento, alguna contradicción se me encontrara o encontrare (aun en mis reflexiones mas egoístas).
Y Esperanza porque cuando alcanzamos a ver las contradicciones (aun las mas desapercibidas), Dios nos revela cuales de ellas tienen un origen impuro, cuales están fuera de nuestros limites y cuales son para nuestro bien. Creo que por eso Dios nos dejo tantas ilustraciones de lo que el es para los humanos: Pastor, Vid, Padre, Novio...y por eso nos dejo su mismo espíritu (su esencia),  porque sabe que somos fundamentalistas en esencia, que podemos hacer de nosotros mismos (de nuestra esencia) una ley que no se puede quebrantar por si misma.Anhelamos la perfección total.
Pero para el somos ovejas, pámpanos, vasijas, su creación, los contenedores de su aliento de vida.
Todas, ilustraciones humildes, dependientes, sencillas...
¿Pero si eso ya lo sabemos no?
¿Entonces? ¿como lidiar con la condición contradictoria? 
!Este cuerpo miserable!
!Espero ansioso el cuerpo glorificado!


martes, 15 de abril de 2014

Apuntes de la entrevista al poeta Marco Antonio Campos 6 de abril de 2014

me di cuenta que no tenía caso estudiar Derecho en un país donde no existía...
Entre un libro de poesía y otro que publico, si lo ves, hay una distancia entre cuatro, cinco, seis o siete años; yo sé, como me decía Sabines, que la poesía llegará...
El primer verso, como decía Valéry, te lo dan los dioses y después te las arreglas como puedas...
La poesía ha sido una suerte de biografía del alma, donde cabe lo racional y lo irracional, y a veces en lo irracional se pueden hallar los instantes más bellos...
Cuando van pasando los años, cuando llegas, por ejemplo, a los 50 o los 60, debes cuidar más que nunca cada línea escribes...
Uno siempre es inferior a los sueños de su juventud...
Siendo muy joven quería abarcarlo todo y fui probándome en cuanto género podía, pero siempre consciente de que debía respetar el género, es decir, si era narrativa que se contaran historias y se contaran amenamente; igual en la crónica. Para el ensayo y la crítica, aprendí con Octavio Paz, que se podía pensar y conceptualizar en imágenes, es decir, que poesía y reflexión estuvieran íntimamente unidas, y en el caso de la entrevista, que me parece un subgénero, darle un ritmo y editarla hábilmente. Pero detrás de todo lo que he escrito hay siempre la sombra de la poesía...
por una larga experiencia en el cotejo, yo soy de los que desconfían a muerte de las traducciones de poesía no hechas por poetas...
Los libros, no la familia ni la escuela, me dieron las dos perspectivas que son esenciales en mi vida: la estética y la ética...
Yo creo que cualquier poesía es válida si es buena. Ya lo dijo García Márquez: «El deber de todo escritor revolucionario es escribir bien»...
Menos que de denuncia he querido dejar un testimonio...
Desde luego hay bellísima poesía política como, por ejemplo, en España aparta de mí este cáliz (Vallejo), Tercera Residencia (Neruda), El hundimiento del Titanic (Enzensberger) o en los libros sobre la segunda guerra mundial de los italianos Quasimodo (Día tras día) y Sereni (Diario de Argelia)...
lo objetivo y lo subjetivo se alían y hablan el lenguaje del alma y para el alma...
admiro mucho las obras de Blanca Varela, cuya poesía –breve, concentrada, difícil- parece muchas veces escrita a cuchillazos, y de mi gran amigo Antonio Cisneros, quien no tiene un libro malo, y que todo lo que toca lo vuelve poesía...
la poesía peruana fue una de las tres o cuatro mejores de la lengua española en el siglo XX...
a veces recuerdo las líneas populares del vallenato que en su obviedad incontestable esconden una gran evidencia: «Me están matando los años/ y no me compongo todavía».