martes, 3 de mayo de 2011

en cada madrugada

Las manos se me hinchan de indiferencia:

un olor salvaje se sospecha en la ciudad.

un árbol está a punto de ser cortado.

un joven ha sido vendado por la seducción.

y una mujer ha decidido volver la estación.

¡Nadie sabe cuánto dolor se esconde,

debajo de las faldas de una prostituta!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto lo viste en una calle en la madrugada?
te lo contaron o lo imaginas?

Es muy cruda esa realidad, me causa dolor imaginar el denigrar de una mujer asi...

Samuel Rodriguez Tapia dijo...

mmm no es de una sola vez..a traves de la vida he oido comentarios de compañeros que han visitado esos lugares donde las mujeres hacen eso y el ver como hablan sobre ello me indigna...tambien escuche dos casos de mujeres que han sido prostitutas y narran el dolor de su trabajo...tambien cuando he pasado por esos lugares me quedo pensando...cuando esribi esto se me empalmaron todos los sentimientos e imagenes de lo que he oido y visto

Anónimo dijo...

Hola Samuel Rodriguez!
Llevo dias buscando el autor de la frase que esta en tu blog: "nadie sabe cuanto dolor se esconde debajo de las faldas de una prostituta". Me podrias ayudar por favor???

Samuel Rodriguez Tapia dijo...

la frase es del poema mio que leiste