domingo, 6 de marzo de 2011

Rugido de Leon



En estos tiempos,

Se necesita un rugido de León.


Las manos hábiles han quebrado las torpes;

Los impulsos lastiman al hombre hasta la vergüenza;

Un exterminio doloroso espera las tardes;

Los pobres jadean en cada intento de esperanza;

La humanidad camina con sus ojos al suelo.


Un recién nacido lo acaba de sospechar.

Por eso el grito, Por eso el grito.

La madre al sufrir, el niño al nacer.


El Espíritu invisible llora por un bautismo total;

Una esperanza honesta, que alce al mundo en sus brazos,

Como un niño pequeño. Como un niño confiado.


En estos tiempos,

Se necesita un rugido de león.

Ya no mas gritos;

ya no mas lagrimas;

Ya no mas murmullos;

ya no mas silencio.

Para el mundo, todo esto es un molde mas.


Se necesita un rugido de León.

Un rugido que alegre a los más pobres,

Y estremezca a los ricos.

Un rugido que apriete a las naciones,

Haciéndoles expulsar a gritos la ruina,

La guerra, la oscura corrupción.

Un rugido que destroce las entrañas perversas,

la arrogancia y la apatía.


Tengo una visión:

Un día,

de todas las casas,

De todas las chozas,

De todos los arboles y alcantarillas

Cualquier lugar nombrado como hogar en la tierra.

De todo el mundo saldrán corriendo hacia la eternidad:

El rico y el pobre,

El marginado y el admirado,

El niño y el anciano.

Al fin el hombre volteara al cielo.

Se escuchara un rugido de León.

Ese día todo cambiara,

Todo

Ya nada será igual.

Los corazones estallaran.

Todo ojo le verá,

Y toda rodilla se doblará

Y toda lengua confesará

Que Jesucristo es el Señor, para Gloria de Dios Padre.

3 comentarios:

Alejandra Ortiz dijo...

Woow Samy! Me dejó sin palabras el poema. Gracias por compartirlo.

Abdiel dijo...

Oh!!!!
La lectura me sacudió todo por dentro, tienes el tacto para "tocar" con tus palabras.....
Así sea!
Sigue escribiendo!

Anónimo dijo...

Es interesante la forma cómo recreas imágenes al leer este fragmento. Gracias.