Muchos podrían decir, que un anciano se parece a un desierto;
por poner un ejemplo, de los que suelen juzgar precipitadamente.
Pero hablando de sonoridades,
un anciano se parece más a un trueno,
un trueno que hiende demasiado.
Quien no se ha encontrado en la vida con un trueno?
A lo mejor sí, pero de lejos;
y si de cercas, no tan cercas como pa tocarlo.
Y si lo toca, pues sabe.
Nunca he sabido de alguien que toque un trueno, y viva pa contarlo .
Ojala los ancianos nos partieran aquí;
aquí cerquita del cerebro,
o del corazón,
o no se.
Ahí donde nos brotan las simplezas;
Donde nos ciegan las simplezas;
Donde nos fundimos en las simplezas.
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