Ningún poeta, ningún artista, posee la totalidad de su propio significado. Su significado, su apreciación, es la apreciación de su relación con los poetas y artistas muertos. No se le puede valorar por sí sólo; se le debe ubicar, con fines de contraste y comparación, entre los muertos, y esto lo propongo como un principio de crítica no meramente histórica, sino estética.
Eliot, T. S. (2004), «La tradición y el talento individual», en La tradición y el talento individual. México: Universidad Nacional Autónoma de México, 63-81
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