lunes, 11 de febrero de 2013

LLeno de/En/Por el Espiritu

Yo no sabia lo que sentian los arboles al crecer
ni las aves al volar.
Pero ahora lo se:
una alegria eterna e irrazonable.
Sin duda
este fruto
de nueve sabores
tiene la fuerza de los diluvios;
la ternura de los recien nacidos.

Tengo la sensacion
de que el creador se ha puesto de pie
y con el corazon apretado
esta gritando con todo su misterio:
!Valio la pena! !Esto es hermoso!

y yo
 simplemente lloro,
me alegro desde la eternidad,
descanso.
Que mas puede hacer un hombre
ante tal inmensidad fulgurante.

Yo no sabia lo que sentian los arboles al crecer,
ahora lo se
ahora lo se.

Tus palabras....(suspiro)....Oh Jesus

Aprended de mi que soy manso y humilde de corazon...

Despues de unas jornadas llenas de frustracion y sensaciones repetidas de fracaso, decidi bajar una barranca meditando en estas palabras.
Mientras mis piernas hacian un esfuerzo por subir el sendero empedrado y mi corazon intentaba latir al ritmo de mis pasos, por mi mente viajaban como un rio estas palabras de Cristo.
No se si las palabras de Jesus podamos entenderlas en su totalidad algun dia. Sin embargo cuando permitimos que se deslicen por todo nuestro ser, llegan a ser un remanso apacible que llena de vigor el corazon y permite que continuemos siguiendo sus pasos con gozo. Esta quizas sea la realidad mas fuerte que he comprendido. 

Señor Jesus, permite que en nuestra ignorancia
entendamos que solo tus palabras son las unicas
que estan llenas de esperanza y reposo. 
En este mundo lleno de hervores y desasones
acuerdate de nuestra incapacidad de buscarte
y encuentranos en la calle, en el trabajo, en la tentacion
y en cada rincon donde se nos olvide que de lo unico que debemos gloriarnos
es de conocerte a ti y comprender que eres el Señor.